Descarga de fertilizantes y agroquímicos en el Mississippi, causan fuerte contaminación en noreste del Golfo de México
* La ‘Zona Muerta’ abarca más de 22 mil kilómetros cuadrados frente a la desembocadura del río, en el Atlántico.
* Se estima que en nuestro Planeta existen unas 400 ‘zonas muertas’, principalmente en Asia, Europa y China.
Investigadores de #EstadosUnidos y de organismos internacionales, entre ellos la ONU, han detectado un tipo de contaminación del mar que, si bien puede ser reversible, avanza como factor de muerte de la fauna y flora marinas y también acaba con el oxígeno submarino, que es el elemento fundamental para la vida.
En la región norte del Golfo de México, en territorio de Estados Unidos –a la altura de la desembocadura del río #Mississippi en el Atlántico—fotografías de Satélite han detectado una mancha de color negro que, en términos técnicos, los investigadores han denominado como “zona muerta” que equivale a un área que, en primer lugar, mata a todo ser viviente, como son la flora y fauna marinas y, los peces y algunas algas deben salir de la zona de riesgo, so pena de perder la vida.
En un radio de más de 22 mil kilómetros cuadrados, que equivale al mayor tamaño de las ‘zonas muertas’, los seres vivos de los reinos vegetal y animal, irremediablemente están condenados a desaparecer. Así ha ocurrido.
Entre estas especies, destaca toda clase de moluscos bivalvos (que tienen conchas), esponjas, tunicados y otros organismos que normalmente viven en el fondo marino, irremediablemente mueren por la falta de oxígeno.
Así ha ocurrido en los últimos 25 años en la zona del Atlántico Norte del Golfo de México, como resultado de la aplicación intensiva de fertilizantes y agroquímicos agrícolas en al menos nueve estados de la Unión Americana.
Los agricultores, en su afán de alcanzar una alta productividad de sus tierras agrícolas, fundamentalmente sembradas con maíz, aplican de manera indiscriminada fertilizantes y productos contra las plagas y enfermedades, cuyos residuos descargan a lo largo de la cuenca del Mississippi.
El término de “zona muerta” se debe a la desaparición de oxígeno, lo cual no favorece el desarrollo de vida. Este fenómeno radica en que, con la aplicación de altas cantidades de fertilizantes nitrogenados a los cultivos, cuyos residuos son arrastrados por ríos y arroyos en época de lluvias y la presencia de huracanes hasta llegar al mar.
Los fertilizantes a base de nitrógeno, fósforo y otros elementos, propician el desarrollo excesivo de algas y otro tipo de plantas acuáticas que, como todos los seres vivos, se desarrollan, se reproducen y mueren. Su descomposición requiere de grandes cantidades de oxígeno que toman del agua marina, a riesgo de que atenten con la vida vegetal y animal de la zona.
Se estima que las ‘zonas muertas’ oceánicas mantienen un crecimiento constante, en función de la ampliación de las actividades humanas y las cantidades de depósito de desechos físicos y químicos en los cuerpos superficiales y acuíferos subacuáticos. Esas 400 “manchas” en los océanos, alcanzan una superficie superior a 250 mil kilómetros cuadrados.
Los resultados de la Evaluación del Ecosistema del Milenio, realizado a iniciativa de la Organización de Naciones Unidas, instruye a los países y sus gobiernos a tomar medidas preventivas y operativas que permitan disminuir y desaparezcan las descargas de residuos de fertilizantes y agroquímicos en los cuerpos de agua que llegan hasta el mar.
El fenómeno señalado se presentó hace décadas por la misma razón de descargas de residuos agrícolas, fertilizantes y otros químicos en la parte del Mar Negro que colinda con Rusia. Se dejaron de aplicar estos contaminantes y esa zona muerta se recuperó. En esta medida ha sido posible que regresen las especies marinas y la vegetación subacuática, la pesca y la dinámica económica que rodea un cuerpo de agua sano.
Las ‘zonas muertas’ se ubican principalmente cerca de las regiones donde se vierten aguas cargadas con desechos industriales y agrícolas, cercanas muchas veces a grandes núcleos de población.
En la actualidad aún se enfrentan problemas con las ‘zonas muertas’ en regiones como el mar del este de China, el Mar Negro en Rusia, el estrecho de Kattegat, en