Índice Político: Con apoyo del gobiernito de EPN, Slim va por Televisa
Francisco Rodríguez. Una de las empresas más rentables del mundo, Teléfonos de México, la base del imperio de Carlos Slim, fue rematada por Carlos Salinas de Gortari como parte de una acción sistemática para saquear al país. El gobierno vendió ilícitamente el negocio a través de un avaluo realizado por el desaparecido Banco Internacional por debajo de su valor real. Con tan sólo el seis por ciento de las acciones se hizo del control de la empresa. Sus fierros. Sus propiedades inmobiliarias. Sus clientes. ¡Todo!
Jamás se incluyeron las utilidades a futuro de la empresa, como lo marca la Ley; las empresas subsidiarias de Telmex se le adjudicaron a Slim en forma directa y sin licitación y, para colmo, las tarifas telefónicas de larga distancia llegaron hasta el 200% anual, cuando al pueblo mexicano se le obligó a vivir con un 8% de aumento a sus salarios.
Las denuncias por comisiones de delitos de traición a la patria, asociación delictuosa, ejercicio indebido del servicio público, coalición de fruncionarios, tráfico de influencias, transferencia ilícita del patrimonio nacional y diversos contra el consumo y la riqueza pública duermen el sueño de los justos. Slim, Salinas de Gortari y su pandilla, son inmunes por delitos propios.
Decisiones de autoridades vendidas, nulas de pleno derecho
Carlos Slim, el beneficiario de la fraudulenta privatización de Teléfonos de México «compró» con subsidios e ingenierías financieras provenientes del mismo gobierno y fue convertido en uno de los hombres más ricos del mundo. La revocación de la concesión, que ha sido pedida por muchos mexicanos para que el servicio público de la telefonía regrese a su patrimonio es un cuento chino de descaro e inmundicia.
La presunta concesión y desincorporación del patrimonio estatal se asientan sobre actos fraudulentos contra la Nación y lo que es grave, sobre decisiones de autoridades vendidas,nulas de pleno derecho, productoras de nulidad absoluta. Lo sostiene toda la jurisprudencia habida y por haber. No es posible sustentar el enriquecimiento inaudito sobre la base de la miseria popular y el engaño.
Las afrentas a la Nación no han sido reivindicadas, a pesar de que en los argumentos de los alegatos presentados se contienen infinidad de razones que comprueban la traición de lesa patria cometida por unos pitufos de tres al cuarto que emblematizan y presumen casi todas nuestras desgracias. Para los medios de comunicación del extranjero es un asunto cerrado por el estigma de la corrupción nacional.
Monopolio privado, prohibido por el artículo 28 Constitucional
Se ha demostrado hasta la náusea que la escuela de gobierno de Carlos Salinas de Gortari ha hecho estela. Que la única prioridad de los gobiernos subsecuentes ha sido proteger y encubrir a neo banqueros y a selectos empresarios cercanos al círculo íntimo del llamado poder.
Se entregó el patrimonio público a un particular, y se constituyó un monopolio privado, prohibido por el artículo 28 Constitucional, reformando previamente la Ley de Vías Generales de Comunicación para facilitar el atraco en los precios tarifarios al público. La nulidad de la venta es patente y no prescribe, por tratarse de un delito de tracto sucesivo contra el interés y el patrimonio de la Nación.
El salinismo justificó la privatización con argumentos falaces
Teléfonos de México perteneció al Estado entre 1972 y 1990. En diciembre de ese año, cuando se cometió el atropello de la privatización, la mayoría de acciones eran propiedad de los usuarios particulares que suscribían su costo. Al privatizarse, el Banco Mundial festejó «una de las grandes historias de éxito».
Hoy, con el emporio América Móvil, es el mejor ejemplo de una de las bestias negras de las empresas privadas mexicanas. Es el sinónimo del abuso, los cortes en las llamadas, la mala señal, y el monopolio concentrador del ingreso nacional. El salinismo justificó la privatización con argumentos falaces que el tiempo se ha encargado de desmentir.
Tráfico de influencias en perjuicio de la economía popular
En algunos juicios célebres, donde el magnate Slim ha salido derrotado en toda la línea, su ejecutor, el maestro José Alberto Sánchez Nava, colimense excepcional, ha demostrado el tráfico de influencias del mexicano libanés en perjuicio de la economía popular. ¿Ya era tiempo, no cree usted? Las históricas sentencias han sido olímpicamente ignoradas por los ministros y magistrados federales en una demostración de su culiempinamiento.
Todo lo contrario, jueces y privatizadores sostenían que por la expansión estatal en los servicios públicos el Estado se había excedido en el endeudamiento, el pago incesante y creciente del servicio de la deuda y la insolvencia. Sabe usted: se desgarraban las vestiduras porque la deuda externa equivalía al 15% del producto interno bruto. Había, pues, que reducir el déficit y estabilizar la economía.
Argumentos de fariseos y mercachifles que decían rescatar la economía, para poder invertir en prioridades como la salud y la educación. Al privatizar la empresa, Telmex, ésta se convirtió en un jugoso monopolio privado sin regulación alguna y con todos los instrumentos del aparato público a su servicio, incluyendo las reformas legales al gusto.
Monopolio de Slim, equiparable al monopolio del Chapo Guzmán
¿Cómo puede justificarse el razonamiento de los estrategas desmanteladores del Estado, si hoy, que no se invierte un quinto en asuntos esenciales, la deuda abarca el sesenta por ciento del producto interno bruto? Ni para Dios ni para el Diablo: todo a los bolsillos de los políticos de huarache.
En diversas partes del mundo y aquí mismo, el monopolio hambreador de Slim ha sido comparado exitosamente con el monopolio del trasiego de la droga a los Estados Unidos regalado y protegido para Joaquín El Chapo Guzmán y sucesores. No se trata de una comparación odiosa: los tentáculos se juntan en el manejo de la Bolsa de Valores huehuenche.
Desde Salinas de Gortari hasta Peña Nieto el encubrimiento ha sido manifiesto, público y notorio. El manejo a placer de todas las transacciones bursátiles principales, hacen del zar de la telefonía un elemento imprescindible dentro del juego estatal por privilegiar fortunas y premiar a los políticos caídos en desgracia con acciones al portador que no son identificables en alguna pesquisa sobre tráfico de dinero y enriquecimiento inexplicable.
El secretismo en la Bolsa propicia enorme tráfico de divisas
Las decenas de miles de millones de dólares que se trafican por esa vía no es un asunto de simples mortales como nosotros. Está reservado a los grandes ladrones nacionales e internacionales, confiado en manos inescrupulosas, que alcanzan niveles de ambición y desfonde de las economías que no tienen parangón en ninguna actividad.
La circulación ilimitada del dinero mexicano en grandes redes internacionales que no descansan un solo minuto, encriptadas para la opinión pública merced al decreto del traidor Zedillo que prohibió los remates públicos en la Bolsa, para confiar el precio de las acciones a Joseph Marie Córdoba Montoya y su banda salinista, más el manejo atrabiliario de la isla por Carlos Slim, hacen de ella un lavadero gigantesco.
Acciones al portador, mecanismo para lavar dinero mal habido
Los premios a los fruncionarios pillados en las maromas del aparato en cualquier función y despedidos para lavar la imagen de todos los demás, encuentra en las acciones al portador que se les regalan en cualquier parte del extranjero donde se refugien, elevadísimos rendimientos cobrables en un sólo acto, por los que se reconocen los esfuerzos al servicio del país.
Todo, a través de simples mecanismos encriptados para reciclar los rendimientos de las acciones en cualquier parte del mundo. Es el tamaño de la traición de lesa patria en que se han convertido los negocios del Estado en manos de los mexicanos y extranjeros avecindados más corruptos.
El golpe accionario a Televisa, para quedarse con la TV
Y ahí no acaba la historia: Slim es el magnate mexicano, el dueño de todas las escuchas, el lavador emblemático y para acabarla de amolar, el controlador del espionaje telefónico que realizan sus paniaguados desde la llamada policía cibernética y desde la propiedad a perpetuidad de las plazas más generosas en el manejo del tráfico y la delincuencia organizada.
Apoyador número uno de ese proyecto de espantajo llamado Meade Kuribreña, el candidote imposible, por el pago a los servicios del Estado en favor de Telcel para tener manos libres en la imposición de las tarifas que requieran sus negocios particulares.
Todo parece indicar que ahora su sueño de convertirse en dueño de la televisora de Chapultepec 18 puede cumplirse. Ya tuvo la autorización para sacar del camino a sus acérrimos rivales. A través de los mecanismos de la Bolsa acaba de dar la estocada del viernes negro a Televisa. Lo esperado, nada menos, con el beneplácito de sus socios gabachos de la Security Exchange Comission.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Escribe don Miguel Ramírez, desde Torreón, Coahuila: » A pesar de ser sólo precampañas, lo que se ha dicho en ellas ha estado bastante interesante. A Andrés Manuel López Obrador se le ha seguido atacando con una sarta de estupideces que, más que debilitarlo, lo fortalecen. Él, por su parte, ha hecho a un lado su comportamiento rígido que mostraba anteriormente ante cierta gente, y ahora permite que se le acerque y le dé su apoyo. Es indiscutible que con ello ha aumentado la gama de sus partidarios y cada día se separa más de quienes, junto con él, van por la presidencia de México. AMLO ya hizo suya la frase de René Descartes, modificada, que sigue cualquier político mexicano: ‘Transo, luego existo’. En cuanto a Ricardo Anaya, aún no se ven las razones por las que se le ha llamado chico maravilla. No se percibe su esencia y quienes lo promueven lo están haciendo como si lo que buscara fuera participar en un concurso musical de los que presentan las televisoras. Y de José Antonio Meade, ay, Mid, no pasa de ser un auténtico palomito gris. Gente sin carisma que si entra o sale de algún lugar nadie lo nota. Lo mismo sucede si habla o queda callado. Peña Nieto, sí, él y no el PRI, no sabe qué es peor, mantenerlo como precandidato o buscar un sustituto. Ser un personaje completamente anodino, como lo es Pepe Toño, da una gran ventaja si se tiene la profesión de agente encubierto. Cualquiera de estas dos claves le quedarían como anillo al dedo: el Agente 000, o el Agente Ninini (ni cacha, ni picha ni deja batear).» + + + Con la venia del prestigiado abogado don Raúl Domínguez, transcribo su más reciente columna El Lavadero, al considerar que contiene información que debe ser divulgada. Se titula «Se remata un retrete de oro macizo». Y dice: «Ha trascendido en medios y cuartos con miedos, que antes de que Andrés Manuel López Obrador llegue a encaramarse en la silla máxima de la República Mexicana, ya se están ofreciendo en venta los muebles usados de la Casa Blanca en Las Lomas de Chapultepec y de la residencia oficial Los Pinos y hasta se rematan helicópteros Falcon del Hangar Presidencial. Pero lo más penoso, escabroso o escatológico e ilógico es que al vanidoso magnate-presidente Donald J. Trump, se le ofrece en remate este retrete dorado; un excusado, wáter, baño o urinario de oro macizo de 24 kilates. Uff. Ha trascendido también en medios y cuartos de guerra, que el 1° de diciembre del 2O12 el fino y delicado notario-secretario del Trabajo Alfonso Navarrete Prida (Ponchito para los amiguitos, según Mario Ruiz Massieu en su libro póstumo), se sentó en el mullido sillón que habría sido usado por sus antecesores Adolfo López Mateos (quien luego llegó a ser Presidente de México) y Carlos Abascal Carranza (cuya causa de beatificación ya había sido incoada en El Vaticano). Pero Ponchito, al instante de poner sus posaderas, ipso facto se quejó de que el sillón de marras despedía un escatológico e insoportable olor a pedo, y se la hizo de idem a su Oficial Mayor, el cual raudo y veloz lo cambió por uno nuevo, sillón que compró sin licitación pública a un elevado costo de un millón de pesos. La joven Directora del Área de Adquisiciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (panista del servicio civil de carrera) el mismo día 1° de diciembre del 2O12 presentó una denuncia ante la PGR por coalición de servidores público para cometer peculado u otros delitos graves, haciendo imputación directa al Secretario, al Oficial Mayor y al Director General de Administración de la STyPS, pues, el nuevo sillón no costaba $ I,OOO,OOO.°°, sino solamente 25 mil pesos. Ponchito hubiera querido defenestrar al Director General de Administración y al Oficial Mayor, pero no lo hizo así, sino les dio instrucciones de correr a la jovencita panista, pero no pudo hacerlo, ella aún sigue en su Dirección de área en la STyPS. El final triste e infeliz de esta histerieta, es que el vendedor de La Lagunilla fue obligado a devolver $ 9OO,O75.°° a la Tesorería de la Federación; y la STyPS registró el costo del sillón de marras en sólo 25,000 pesitos «. Y ahora que Navarrete llegó a Gobernación, ¿también pediría que le cambiaran el sillón? + + + Para entender el porqué de la inseguridad en el Estado de México: Los 174 aviadores que fueron detectados y dados de baja por la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno de esa entidad (SSEM), le costaban anualmente al gobierno del Edomex, más de 20 millones de pesos anuales, sin que esto redundara en un mínimo de reducción de la inseguridad en las zonas de mayor índice de criminalidad. Los exintegrantes de la SSEM, usaban los indicativos de “Argos” y “Omegas” se presume generaban información para garantizar la gobernabilidad de la entidad. Sin embargo en un año elaboraron menos de 2 mil 700 informes algo así como un informe por mes cada uno de ellos, de esos documentos la mitad cuenta con información incompleta. Si lo que se pretende es lograr un cambio en la SSEM, este es un buen inicio, la pregunta es; si estos 174 que nunca vistieron uniforme trabajaban en campo o estaban aparentemente comisionados en otras actividades no necesariamente de recabar información.
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