«100pre Bofo», Autor: Víctor Hernández Cedillo.
En la vida, las personas que tienen una ‘Mente Brillante’ muchas veces son incomprendidas. Estos llamados: ‘Genios’, a veces son duramente criticados.
En nuestro balompié, esto no cambia. México tiene pocos futbolistas que debido a su forma de ser o por su manera de jugar, crean un estilo único. Realizan un cambio. Imponen modas. Rompen estereotipos. Marcan un antes y/o un después. Trazan su propia Historia, la hacen incomparable, -aunque de ello, dependa ser juzgados por sus actos-.
El Club Guadalajara tiene a su propio ‘Genio’. Él, es el hijo pródigo del Rebaño. Es muy distinto a todos. A él, desde arriba en las tribunas de cualquier estadio y con cualquier playera de «x» equipo, seguramente lo podrías identificar… Pero, para nuestra buena suerte, él sólo se identifica con una, la de nuestro Equipo Rojiblanco…
Su nombre es: Adolfo Bautista Herrera. Es parte de los últimos ídolos que la afición Rojiblanca guarda en sus corazones. Este sábado se despide de las canchas aquel gran jugador de los goles maravillosos, el de los peinados extravagantes, el de las jugadas maestras y el de las pequeñas indisciplinas. El que, por mejor amigo, tiene a su balón…
“Bofo”, un ‘loco por Chivas’. Siempre criticado. Jamas igualado. Amado por millones, odiado por algunos. De un talento nato extraordinario. Un artista con el balón, que tal vez no regaló toda su magia en la cancha; pero lo que daba lo hacía con amor y vaya que se gozaba… Tenía la habilidad de cambiar el partido de un momento a otro con una simple jugada, ya fuera al inicio o al final. ¡Un placer verlo jugar…!
Dice: “Adiós”, el hombre que se peleó con técnicos porque lo sacaron de cambio, el que se ponía su zapato en la frente o lo aventaba a la tribunas para celebrar sus goles, el que hizo todo un “circo” para festejar el gol en el clásico, -cuando criticaron a Chivas-. El que supo no festejar, cuando el oponente era insignificante. El de los escupitajos recibidos en la cara. El sujeto olvidado, el tipo que lo tuvo todo, el que fue criticado hasta el cansancio por los medios de comunicación, tras el Mundial del 2010. El Chiva de Corazón y el loco de nacimiento. El de los números poco usuales: el número cien, el siete y también el uno.
Nunca jugó de portero y él usaba guantes rojiblancos en sus manos durante los partidos, aunque la temperatura estuviera a 30 grados en la cancha. Utilizaba un botín de color rojo y otro blanco, tal cual los colores del equipo de sus amores. Respetado u odiado, según del equipo que seas y también según la nacionalidad, porque Adolfo Bautista, no sólo enloqueció a las defensivas del atlas y del américa, también a las de Sudamérica. Sí no me creen, pregúntenle al argentino Martín Palermo, ex jugador del Boca Juniors. ‘Bofo’ alguna vez fue el más observado por los hinchas argentinos. Los diarios bonaerenses, lo elogiaron. Porque a pesar de sus excentricidades, jugaba. ¡Y vaya manera de hacerlo…!
El ‘Bofo’ se hizo más conocido por su estilo de juego, que, por el incidente con el Chino Benítez, ex director del Boca. Escupitajo, discusiones, polémicas, provocaciones… lo que sea, pero era un espectáculo verlo en el terreno de juego…
Esa final del 2006, significó mucho para él. Vivió algo especial antes del partido. Rumbo a los estadios, él normalmente subía al camión y escuchaba su música o hablaba con su mamá o con su novia, le daban la bendición. Pero en esa final, él ya no tenía físicamente a su Madre. Durante el trayecto al Estadio del Toluca, él se quedó dormido. No se explica cómo tuvo conexión con su madre, la cual había fallecido a principios de año. Pero en su corto sueño, empezó a platicar con ella, le dijo: “Queda Campeón con el equipo que siempre has soñado”. Él le respondió: “Voy a disfrutar la final y te dedicaré un gol…”. Al llegar al estadio, lo tuvieron que despertar, lo hizo con energía positiva, ansioso de que empezara el partido. Cuando anotó el gol, se lo gritó y se lo dedicó a su ‘Ángel’, tal como lo prometió…
Es un placer tener en vida, a un hombre que será recordado por muchas cosas: su inteligencia con la pelota, su postura para jugar fútbol, su look y su forma de vestirse de corto, sus declaraciones y sus polémicas. Todo eso y más representa el nombre de Adolfo Bautista, que jamás ha tenido miedo de decir públicamente a que equipo ama, sin importar en el equipo que estuvo. Con todo esto, se convierte en un histórico dentro de un equipo donde cientos de jugadores se han parado, pero muy pocos han dejado huella. Autor del segundo gol que le dio su penúltimo título al Rebaño Sagrado. Mago con el balón, genio y figura, dueño de los reflectores en la cancha, pero cohibido con las cámaras y fuera de ellas. Adolfo deja las canchas y no se visualiza analizando los partidos, él tiene definido su sueño: dirigir algún día a Chivas.
Se despide como jugador, pero vendrán etapas donde demuestre su otra magia. En lo personal, lo veo en un futuro dirigiendo al equipo que ama. Con pasión y con garra, con eso que lo caracteriza y que lo mantiene en los corazones rojiblancos. Ese particular estilo que tiene por defender los colores, cuando alguien ofende a Chivas. Ese amor incondicional para presumir y decir amar a Chivas, desde dónde sea y cuando sea… Sin olvidar siempre decir: «Soy Chiva y qué…?». Ese es el Gran ‘Bofo’…
¡Gracias por tanta magia!
Twitter: @Vichhc
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